Is that all there is?
Tengo que confesar que tras varios días he decidido que en reemplazo de mis adorados Boston Light -que en paz descansen- empezaré a fumar -renuente- Marlboro Gold. Con el mismo espíritu debo confesar también que aveces quisiera llevar vidas ajenas, no en mi piel, si no en la piel ajena. Ha sido un largo camino el de darme cuenta que no podré llevar nada más y nada menos que mi humilde vida, que no tomaré caminos que no son míos, ni atajos que no me corresponden. Pienso en las meditaciones de Fernando Gonzalez: "La vida no es mala ni buena. ¡Pero yo quiero! Quiero gustar todos los dolores, placeres, melancolías y tristezas; quiero navegar sin rumbo fijo; quiero inventar nuevas bebidas sutiles para mi corazón ... Esto que siento es la tristeza infinita de ser de un modo; de no poder gozar todas las filosofías, todas las bellezas, todas las tristezas". Hago estas confesiones con el estómago vacío y con el hígado activo. Han sido años de sufrimiento, de golpes en la pared, de ar...