Lo visceral, la sangre que brilla, las tripas lisas

Hay algo profundamente curioso de tener sangre hirviendo dentro de uno y sentir como hace todo lo posible por desangrar con violencia. Me gusta un montón esa entrevista de Nina Simone en la que le preguntan por sus conductas violentas, cosa que por alguna razón siempre le retacan a las mujeres, bueno, cierto tipo de mujeres. A lo que ella contesto: "Yo nunca no he sido violenta".
Ayer también leí algo que decía que: "la ira son aglomeraciones de duelo" -puede ser- pero no realmente, ¿qué pasó con ese gen animal de la supervivencia a través de la violencia? La violencia es una herramienta evolutiva, que se ha perdido y no. Hoy en día hay personas y sociedades que aún utilizan la violencia como vehículo para perdurar, pero es de una manera sosa y estúpida, impersonal, a través de un tercero     -una bomba, un ejercito-. Yo creo que si uno mata sin las manos es un acto tibio y carente de vida.

Con todo esto no quiero decir que matar este bien, supongo que tampoco pienso que este mal, han matado gente a mi alrededor gente que amo, y aunque no salté de belleza tengo la paz de estar dentro de un mundo que aún conserva lo salvaje, lo puro, siento que si fuéramos más consientes de nuestra disposición biológica a la violencia habría más paz en el mundo. El mundo se transforma a través de la destrucción. 

La violencia también es voluntad de vivir, una afirmación del yo. Los bebés por ejemplo, Donald Winnicott un pediatra observó que la agresividad infantil es parte del proceso de individuarse porque el bebé necesita “atacar” simbólicamente: gritar, morder, pegar para distinguir entre el yo y el otro. ¿Qué hay más violento que un niño? me acuerdo un día que una conocida -teníamos 6-7 años - me hizo dar tanta rabia en un juego de muñecas que le cogí el pelo y la zarandeé duro hasta satisfacer mi deseo. Los animales hacen lo mismo para comer, reproducirse y mantener sus territorios. Creo que como dijo William Blake: "La exuberancia es belleza". 

Creo que es importante dar contexto a lo que me lleva a escribir esto, mi idea de belleza está profundamente ligada a lo visceral, la sangre que brilla, las tripas lisas, lo orgánico en su forma más pura. Lo crudo me parece sin artificio y por consiguiente puro y perfecto. Como un depredador que muerde por hambre y no por odio, un peleador que golpea por arte y no por odio en forma de violencia ritualizada como lo es el deporte. Me parece maravilloso unir el concepto de belleza y de violencia porque ahí en el medio me parece ver vida, a Dios sonriendo. Siento que ignorar que somos animales nos involuciona, el rechazo a nuestros instintos más primarios nos mutila y nos hace criaturas míticas, artificiales.

El instinto nos conecta con la tierra, con el gavilán que mata polluelos, las lluvias que inundan, el centro de la tierra que hierve, el moho, las flores que crecen en silencio y contemplación, los arboles que envuelven sus semillas en los frutos. Hay que estar abiertos al mundo para "lo bueno y para lo malo", siendo estos conceptos que atrofian el leguaje utilizare mejor: "la luz y la oscuridad". Hay que estar dispuestos a ver y vivir acorde a la realidad de que el mundo y por consiguiente nosotros estamos hechos de luz y sombra, bondad y maldad, violencia y paz; e ignorar cualquiera de los dos -el blanco o el negro- constituye una desgracia, una catástrofe y una mutilación del ser. 

Así que, sea a través de símbolos, acciones, deporte, arte... ejercitemos todo lo que somos y démosle espacio para vivir en la dimensión de la materia para que no se deban expresar de maneras podridas que ensucian la belleza de lo completo. 

Envigado, Antioquia.

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