Dios las (nos) tenga en su gloria


Me siento profundamente confundida, por todo y en todo. Pero principalmente no entiendo por qué mi té de Harrots me dio gastritis, si me lo tome para que no me diera gastritis el tinto, si me lo tome mientras me chupaba un gaviscon. Me siento sin energía, como si quisiera hibernar una semana. Quisiera no ser como mi papá. Quisiera descansar y no hacer nada y aún sentirme merecedora de todo lo que tengo. Hace unas semanas mi terapeuta me dijo que nos podíamos ver cada 15 días, porque yo se lo propuse, porque no me alcanza para pagarle cada 8. Pero coincidió con que al parecer estoy mejor, no al parecer, realmente sé y siento que estoy mejor. La última cita me dijo que pronto volveríamos a cada 8 para después hacerlo solo 1 vez al mes. No me hizo sentido, no entendí pero simplemente me fui. ¿cómo supo que vendría a mi esta ola de confusión? es tan claro? 

Quiero que la ola del internet se acabe. No quiero ver a nadie, ni sus vidas, ni su trabajo. Espero que pronto el celular y las redes se conviertan en el cigarrillo de esta era. Hace muchos años fumar era lo mejor, todos fumaban y habían campañas de lo bueno que era el cigarrillo para la salud. Luego fuimos conscientes como sociedad de que a lo mejor era un habito malo, poco sostenible. Odio estar en mi computador que es desde donde escribo, odio hablar por mi celular, odio tener acceso a la vida superficial de los demás y así mismo que la tengan a la mía. 

Amo ver mis errores, excepto cuando los veo por primera vez, porque me da pena, me da pena conmigo. Y no hablo de accidentes o mal entendidos porque esos ya no me importan, hablo de cómo fallo como persona. Me parece un poco violenta mi ultima afirmación, porque no creo que se pueda fallar como persona. Pero, si que hay cosas que evolucionar, si que hay cosas que se interponen en el camino, pero, ¿qué camino? para dónde vamos. 

Esta semana aprendí acerca de el proceso hormonal de las personas que menstrúan, es increíble que nadie le enseñe eso a uno, porque una muchas veces cree que esta loca, que no es posible volverse a sentir de una manera u otra cuando -sorpresa- es un ciclo de 28 días! va a volver a pasar, no igual, pero con el mismo sustrato. Hay momentos como este, en el ciclo de toda persona que se siente como si un animal se lo estuviera comiendo a uno, de a mordisquitos, como si toda la desesperación de estar vivo requiriera pronta resolución, porque claro, el cuerpo se esta preparando -en vano, que pesar- para hacer un bebé, para traer vida, para conservar. Y lo que tampoco nos dicen es que las que no planificamos, todos nuestros síntomas son la carta completa, es todo en el menú. Pero las que planifican -que Dios las tenga en su gloria- interrumpen ese ciclo, los síntomas son menos pero se están tomando unos fármacos como gallina de corral inventados y diseñados por hombres. ¿Hay alguna mujer científica que quisiera diseñar un método anticonceptivo diseñado para el cuerpo y procesos de las mujeres? una persona que su única prioridad sea darnos mejor calidad de vida, no que los hombres puedan tener sexo sin embarazar. Y no entremos en la conversación -me digo yo, a mi misma- acerca de cómo un hombre puede embarazar las 24 horas del día los 365 días del año y una mujer solo puede concebir 1 vez al año, porque si entramos en esa conversación -me repito a mi misma- los que deberían planificar son los niños dorados del capitalismo y no nosotras. 


Nota editorial: Voy a escribir esta nota editorial porque hace mucho no la escribo y para alivianar el animo de mis palabras anteriores. To keep it light. Hace unas semanas presté unos artículos de Hunter S. Thompson y unos cuentos de Henry Miller, no me leí ninguno de los 2. El de Hunter porque eran sus artículos sobre política americana y a quién le importa eso y el de Henry Miller porque si soy honesta no me gusta ni 5 como escribe. Solo no es para mi. Volví a devolverlos y presté Pulp de Bukowski, que me pareció gracioso que lo dedicara al: "bad writing" hasta que me di cuenta del por qué. No es muy bueno, o más bien, es más largo de lo que merece la historia. Es como ver Uncut Gems o The Big Levowski. También preste The Debt to Pleasure de John Lanchester, un libro de cocina/ensayo/novela que no me he empezado, acerca de la relación con el placer a través de la gastronomía. Según dice en la parte de atrás. No se si me lo voy a leer. Lo único que he podido digerir en cuanto a lecturas es El planeta de los Hongos de Naief Yehya, amo el reino de los hongos, me parecen las criaturas más fascinantes del planeta, no son una planta, y no son un animal, son algo en el medio. 


Envigado, Antioquia.



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