Colección de figuras de porcelana

Hay días en los que pasa un huracán por mi cabeza, por mi vida y me quedo recogiendo las piezas de lo que pensé un día antes que era mi identidad, o mis valores, los dos, ninguno. Y esos días son terriblemente penosos porque me baño y salgo a vestirme y no tengo ni idea de cómo hacerlo, es como un niño tratando de armar un lego que en el dibujo de la caja es Bob Esponja y termina siendo, a manos del infante, un barco. Es muy penoso también, algo que amo de mi misma es mi encanto, pero es algo muy sutil que solo florece en armonía y cuando me encuentro sin ella...No soy un ser caótico, o bueno si, pero es peor porque soy un ser caótico pretendiendo armonía. Como ya dije es algo muy penoso. No me sale la risa, ni una opinión real, es un reciclaje de cosas que ya he pensado y ya he dicho, como queriendo seguir un tejido de algo que fue destruido, un hilo que no viene de ninguna parte, una media imagen constituida de un mamarracho desesperado. Ahora no pasa nada, ahora lo veo todo tan claro como un mapa o incluso la biblia con todos sus capítulos, lo realmente desagradable es cuando no hay nada que ver... a mi me gustaría ser una persona que juega y baila en el limbo, que no pierde la confianza al verse en nada. Y como quiero lo sere pero en este momento, Ay pena que me da andar como gallina descabezada cuando se me salen los pollitos del corral. Lo que pasa también es que estoy en un duelo, un duelo muy doloroso de saber que la estabilidad como la conozco nunca llegara... y pienso en Japón y en sus edificios, en alguno de esos apartamentos, dentro de una ventana pequeñita debe vivir un ser que desea pensar que a lo mejor el ultimo terremoto fue el ultimo, que por fin va a poder despegar su colección de figuras de porcelana, va a quitar toda la pega anti sismos y por fin su hogar será un ecosistema libre. Así estoy, bueno, estaba. Esperando el día en que dejaran de pasar huracanes pero !Atención¡ no va a pasar, la estabilidad nunca llegará, no así. Lo que puedo hacer es despegar todas mis figuras y mis cuadros con la seguridad de que sabré que hacer cuando se caigan, y aún cuando lo hagan y hayan cosas rotas o perdidas esa seguirá siendo mi casa y todo seguirá estando como es. Bailar en el limbo, afirmar el caos. Muy humano, que al final es lo que soy. 


Brooklyn, New York.

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