Los amo y me gusta lo que escriben
Compré un pocillo de San Valentin en Good Will como token de buena voluntad de quedarme en NY. No he comprado nada más que mi cama, colchón y una planta porque no me quiero llenar de cosas que no pueda empacar en una maleta si es necesario, pero ese pequeño pocillo lo compre no porque lo necesitara pues ya tengo otro, si no para adornar mi existencia acá, para poderlo llamar mío. Toda esta semana he trabajado de 7 am a 7 pm, con algunos días libres uno de los cuales lo pase en la playa y me insole; el otro la pase trabajando gratis para mi editor y su asistente que es mi amiga, fuimos por lo que se sintió como todas las tiendas de segunda en lower manhattan, caminando en una ola de calor, probándonos ropa "que nadie se pondría" en las palabras de mi editor, y tomándonos fotos en los probadores para llenar los vacíos que tienen en el proximo issue de la revista. Ya estoy en la revista con unas fotos que mande pero sería interesante salir, fisicamente en ella, con "pintas" cuestionables y mi poca habilidad para posar.
Todo parece ir bien, no voy a ser cínica , todo esta bien y lo estoy disfrutando. Claro que me da miedo perderlo, pero ese es el acido de la vida -creo-. Hoy después de un turno de 12 horas, sin comer, acabada de bañar y tirada en mi cama, decido escribir este blog en vez de el blog que me comprometí a escribir para una marca de ropa, donde compartí mis iconos colombianos y ahora debo de entregar para mañana 2 artículos uno de Fernando Gonzalez y otro de Marvel Moreno. No estoy segura de qué voy a escribir, ni con qué tiempo pues mañana también trabajo. Me gustaría poder escribir: Los amo y me gusta lo que escriben.
Últimamente me he dado cuenta de que me tomo todo muy personal, por ende creo que mucho o todo gira a mi alrededor, lo cual me da pena admitir pero es lo que es. Estoy trabajando en mi auto-validación lo cual ayuda pero también debo de quitarme importancia. Cuando alguien grita, o calla, o mira o no siento como si fuera mi culpa, como si su odio o amor fuera dirigido a mi o causado por mi. Y la mayoría de veces dejo que arruine mi día. Hace unos días estaba en Washington Sq tirada en la manga comiendo cerezas, me las metía a la boca y escupía la semilla, esto capto la atención de un señor muy desagradable que volteaba para verme y me hizo sentir incomoda y con rabia, ¿por qué no me puedo comer unas cerezas tranquila? después de eso no pude leer, ni disfrutar el sol ni los arboles. Más adelante me di cuenta que había una banda de Jazz tocando justo detrás de mí. Por eso mi propósito número 1 es no dejarme afectar y el 1.2 es dejar de pensar que todo es conmigo.
Comentarios
Publicar un comentario