Divina Indiferencia
Al parecer las palomas se aparean en el verano, no las juzgo, yo también me quiero aparear en el verano ¿por qué no? Estoy sentada en la terraza de mi apartamento tratando de escribir un correo a un editor de Londres que decidió ignorar mi primer correo y mientras junto mis palabras en un correo que me parece encantador, hay dos palomas que supongo son machos persiguiendo a una pobre paloma hembra -asumo- para aparearse. Ella cansada, acosada y claramente de poco humor y disposición vuela de pared en pared tratando de esconderse y evitar la consumación de la conservación. Todo esto esta sucediendo en mi cabeza, es decir sobre mi cabeza, aleteos de palomas -ratas del aire- haciendo caer sus partículas de polvo sobre mi cabello, mi computador, y peor aún el café que tapo con la mano para que no me de un bird flu.
El jueves pasado cumplí 25 años. Me desperté a las 4 am y fui a recoger a mi papá al aeropuerto. Pasamos el día caminando por Manhattan, disuadiéndolo a cada segundo para no ir a Times Sq, alegando que hay cosas mejores, como por ejemplo el mercado de contrabando en China Town, así que lo lleve allá, a ver los cangrejos olorosos, una encrucijada que termino en James Veloria y me dejo como resultado un excelente regalo de cumpleaños. También fuimos al pop up de Paloma Wool, el cual no tenia ni idea que estaba en NY. Y así conseguí mi closet por el proximo año. Mi papá es un hombre que le gusta comprar barato, en cantidad y muy seguido, un hombre que se frustra intensamente cuando entramos a un Macy's y yo no quiero comprar nada. Yo soy una persona que compra ropa tal vez una vez al año, de 2-3 prendas que espero conservar por el resto de mi vida o durante 3 años de uso diario que las deja en condiciones de desgaste profundo. Claramente tenemos una relación con la compra muy diferente, y aveces me cuesta explicarle que lo que él ve como una sudadera o un jean viejo y percudido es una prenda que tiene un significado ontológico, y que su desgaste equivale a la compañía y protección que me ha dado. Encontré algo que más o menos lo explica en el blog de Marta D. Riezu que dice:
"La búsqueda de la calidad y la honestidad, la importancia de la construcción de un criterio. No tiene nada que ver con lo caro sino con distinguir lo relevante, lo verdadero, el detalle extraordinario en lo cotidiano".
Tiene que ver y no, creo que solo lo quería compartir porque me gusta la palabra "Honestidad" Porque no significa verdad, si no virtud. Me gusta la ropa honesta, la comida honesta, una relación con el mundo, las personas, los objetos: honesta. Solo el pensamiento critico, el criterio y la sensibilidad brindan una posición honesta, no es correcta ni incorrecta ahí está la gracia, es simplemente lo que es en relación con lo que uno es en ese momento.
Después de 3 días mi papá se fue para Medellín de nuevo y me dejo con un sentido de soledad que no sabia que había estado sintiendo todos estos meses (2). También caí en la realidad de tener 25 años, estoy segura de quién soy y lo que quiero pero no se cómo llegar ¿A caso importa? En realidad no, sin embargo mi sentido de conservación agradece los planes o por lo menos los caminos claros. Ayer mientras meditaba me visualice como el caminante que derrama semillas, el camino, la lluvia, el viento y la tierra. Creo que mi descubrimiento de esta etapa de mi vida es que no llegará un momento final, y eso me cansa, no llegará el momento en el que me las sepa todas, o que llegue al "destino". Mi vida es y seguirá siendo un animal en eterna metamorfosis y evolución que cuando empieza a consolidarse como algo especifico por ejemplo, un caballo le empezará a salir una oreja de conejo y así se ira convirtiendo en animales casi completos pero nunca realmente será solo uno. Sin embargo, espero llegar a la neutralidad, la armonía, la paz y la libertad, gracias que me harán solida en espíritu y lo demás simplemente pasara mientras yo este en divina indiferencia.
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