Estoy hasta las narices de Miguel Milá
Algo que debe de quedar profundamente claro sobre mi es que me estreso mucho, y me estreso por todo. Tengo siempre afán aunque no parezca y siempre busco llegar a la meta solo para poder llegar a la siguiente. Son comportamientos y maneras de las que no me siento orgullosa y que impiden el nivel de presencia con el que quisiera vivir en el mundo. Son cosas aprendidas, cosas que desde pequeña veo en mi padre que como todos en algún momento juré nunca ser. Solo para luego cuando la vida empieza a calar después de los 21 lentamente como un arrocito me convertirme, si, en mi padre.
Son cosas que ignoro, es decir a mi me gusta decirme que no tengo afán, que estoy en paz, y lo hago más para a lo mejor invitar esas gracias a mi vida, sin embargo, fallo muchas veces. Otras encuentro el éxito y pienso por un segundo que voy a poder extender ese sentimiento y cubrir el resto de mi vida con él pero el afán, el afán me atrofia.
Empece a escribir esto después de leer la introducción de "Lo esencial" un libro de diseño. Miguel Milá es el señor que quisiera ser, en esta breve introducción dice lo siguiente:
"Ha llegado un momento en que estoy hasta las narices de Miguel Milá. Aun agradeciendo el reconocimiento recibido en los últimos años, he llegado a hartarme de mí mismo. Siempre me ha gustado la tranquilidad. He huido de la presión porque sus efectos me impiden ser yo mismo. Y lo paso mal. Lo paso mal despertando expectativas. Ni siquiera me gusta recibir encargos".
Como Miguel soy una persona de placeres muy simples, bien podría hoy irme para una finquita y sentarme a leer por el resto de mi vida en una mecedora, en esencia tal como Miguel me canso de mi yo con ambiciones, porque de alguna manera me impiden ser YO, pero la que me lo impido soy yo siguiendo todas las "reglas" que creo que existen. Separándome, poniéndome en casillas, creando arquetipos de mi misma que me fragmentan la mente. Ayer hablaba con mi terapeuta cuando terminamos la sesión me pregunto cómo me sentía al ver mi cara de emoji medio sonriendo, yo le dije que me sentía frustrada que sentía como si mi cabeza fuera una cobija enorme que no sabía por dónde empezar a cogerla. Ella se rio de mi analogía y me dijo que le gustaba, pues mi habito de clasificar y disecar el mundo me hacía creer que todo había que ponerlo en un cuadrito, diferenciarlo y que si me daba cuenta toda la cobija era exactamente del mismo material, lo único que debía hacer era entender cuál y qué trazo o bordado tenía para automáticamente entender toda la cobija...
Hay una pareja que vive en la casa al frente de mi edificio, su medio porch queda exactamente encuadrado por mi ventana de la sala. Esta pareja en cuestión lleva semanas saliendo a pelear, se gritan un rato y luego se quedan callados uno al lado del otro por largos tramos de tiempo y luego vuelven a pelear. Se ven frustrados y cansados, en el interior de la casa están sus hijos creo que son 3. Esta información no es relevante, pero siento que merecen atención, siento que es como esos videos en los que muestran como una flor florece y se marchita en segundos, me siento como un espectador fantasma que ha visto como su relación se degenera.
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