Y si nada me queda? Y si me lo quiero poner todo?

Esta semana, más que todo estos últimos 4 días, el corazón y la cabeza se me llenan de nuevo de palabras e imágenes y estímulos que no sentía hace meses. Cosas que me dan, como dice mi mamá: Tucu. No soy una persona que se inspire fácil, no soy una mecha que este siempre lista para ser encendida, a pesar de ser curiosa. Y tal vez por eso, estar siempre expuesta a información hace que mi poder de asombro creativo este en un estado algo meditabundo. 

El punto es que, hoy me estaba viendo una entrevista de A24 con el cast de Lady Bird una película dirigida por Greta Gerwig, y alguien dijo algo como: Lady Bird se esta probando varias cosas para ver, qué al final del día le gusta. Suena, para mi como: se esta probando todas estas vidas y estos vestuarios y estas creencias para luego, después de probarlo todo o casi todo, decidirse por fin por algo. 

No me mal entiendan, hasta el instante en que escuche eso, esa era yo, probando y probando vestido metafórico tras otro, para algún día, que cruzando los dedos seria pronto decidiera por fin que uno me queda perfecto, que as a matter of fact quiero vivir y ser enterrada en ese magnifico vestido azul con planes y creencias y valores, y vacaciones especificas con una familia que se ve de una manera especifica, con conversaciones y risas y silencios incomodos que se sienten de una manera especifica desde ese vestido azul. Y eso le pedía a Dios, a los dioses que creo. Pero hoy después de ver y escuchar a alguien articularlo, articular mi quest, llegue a la pregunta: ¿Qué pasa si no encuentro un vestido? ¿Qué pasa si quiero todos los vestidos y todos los pantalones y las pelucas y los zapatos? ¿Qué pasa si quiero ser todo el teatro? todos los personajes, ¿qué pasa si quiero serlo todo, en todas partes al mismo tiempo? 

En las películas cuando la gente viaja en el tiempo o al espacio siempre es representado gráficamente como un gusano con luces que se mueven por todos lados, creando un vórtice en 3D de cosas que no se logran ver o diferenciar, y ese es el sentimiento que he tenido estos últimos días. ¿Cómo se ve, cómo se siente querer ser todo en todos lados al mismo tiempo? todo este vórtice de luces se apagan y aparezco yo acostada en mi cama mirando al techo preguntándome ¿cómo empezar?.  ¿Cómo puedo vomitar o proyectar algo que no ha salido de mi alma, algo que a penas está poniendo un pie en mi estomago, cómo hago que llegue hasta mi cabeza. Cómo puedo como una mente maestra materializar? 

No es tan sencillo como ponerlo en una pintura, o en un collage o en una canción... es casi como parir a un hijo, se siente casi como un big-bang. Cuando pienso en el día en que me de cuenta de cómo se ve lo que siento, veo como en el instante en que lo veo, me exploto, muero, y de mis órganos y sangre y todos mis insides se crea un mundo, un mundo más pequeño que este, pero se crea vida. 

No me interesa hacer parte de una industria, de la que sea, quiero ser parte de la esencia de esos sueños profundamente detallados que aveces tengo, quiero ser parte del sabor de algo, de eso que no se puede describir con palabras solo con poesía. No quiero hacer algo para perpetuarlo en instagram, ni que what his/her face se lo ponga o comente al respecto. Quiero entrar a la fase del mundo que no tiene explicación que solo se puede describir en un párrafo larguísimo porque cada palabra, cada conjugación pretende describir lo inexplicable. 



Nota: Ya me termine El elástico sombra, wow, solo wow, el argumento más importante es: cuántas cosas tan vivas en forma de costumbres, bailes, artes en general estamos perdiendo. Colombia es un país rico que digo rico riquisimo no solo en vida abundante si no en formas de vida complejas y llenas de ceremonias. Leanse este libro, pero también les invito a leer autores latino americanos, colombianos, antioqueños, porque las cosas que dicen y la manera que las dicen, las cosas que deciden decir y dónde está puesto el valor, es entrar a la sensibilidad perdida de un colectivo dormido. 
Me empece a leer unos cuentos de una Española que se llama Soledas Puértolas, el libro se llama: Chicos y chicas, este libro no tiene nada de especial en especifico, más que un ritmo que hace que todo lo cotidiando sea impresionantemente delicioso de leer, es casi una sinfonia. Para mí leerlo es como lo que es leer el periodico matutino para un tío. 
Me ví Coraline y la puerta secreta, dirigida por Henry Selick, producida por LAIKA que es un estudio de aniación de stop motion. Una vez más lloré y casi se me invierten los insides al verla, ver el nivel de animación y los detalles de las maquetas, ese tipo de cosas hacen que me den ganas de explotar de dicha. 

En fin. 
Kisses. Maria. 

El Retiro, Antioquia.


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