Manifiesto II

Renuncio al sufrimiento,

la miseria,

la enfermedad,

la esclavitud.

Al amor condicional,

la victimización,

la quietud espiritual y metal.

Decido armonizar. La magia y la vida es armonia. 

Aprendo a través del amor incondicional, la felicidad, la pasión, la serenidad,.

No meto a los animales a ninguna jaula, no clasifico las flores en floreros y no hago los zapatos de la misma talla. 

La bendición absoluta de no ser de un solo modo, de poder gozar todas las filosofías, todas las bellezas, todas las tristezas. Seguir el sendero que el propio corazón manda, por sencillo o grandioso que sea.  

Mi espíritu compenetra mi creación mental.