¿Qué hacer en un mundo tan vivo?

Hoy le decía a una amiga "El mundo está demasiado vivo, todo tiene tanta vida que es imposible que sea solo una cosa". 

La sed de certeza hace que me pique la garganta, a veces se me olvida lo curiosa que soy porque a lo mejor siento que hay demasiados depredadores, demasiadas cosas afiladas, que ridiculez. El mundo está lleno, llenísimo. Todos estamos vivos al mismo tiempo, los humanos, las plantas, los animales, hasta los minerales, toda la materia está respirando de una manera u otra al mismo tiempo, y tal como una persona muere y suelta su último suspiro, nace un niño y se consume todo el aire del cuarto ante el trauma de darse cuenta que no es un pez. 

Así que, todo está muriendo y viviendo al mismo tiempo. Creamos y destruimos. Y aun así pretendemos que de alguna manera nosotros tenemos el control de algo. Y por eso creamos conceptos que puedan estar más acorde a nuestro nivel de poder como: la famosa economía, la increíble señora política, el importantísimo concepto de los territorios, y así sucesivamente. 

La verdad no nos culpo, por Dios, ¿quién soy yo para hacerlo? Yo que le asignaba roles a mis juguetes así fuera solo para tomar el té, yo le pongo nombre hasta a las ratas, y tengo un abrigo con poderes mágicos otorgados por mi misma. Yo no soy mejor, estoy tan perdida como cualquier otro "campeón".

A lo que voy con esto es, un poco confuso...Todo esto que acabo de describir es totalmente inútil por un lado, no hay manera alguna de que ninguna persona ni de este planeta, ni de otro, ni ningún ser pueda parar o controlar la vida. La vida es, "Dios". 

Pero por otro lado todo aquello que acabo de nombrar: "Inútil" es exageradamente imprescindible (hago hincapié en el uso etimológico de la palabra "imprescindible") ya que no es útil pero sin embargo no puede dejar de pasar, ni por un segundo.

Todo este salpicón de humanidad que tenemos en este momento es una estrella en el firmamento y eso puede verse pues si, inútil. Pero ¿qué pasaría si una de las estrellas dijera: inútil. Y una a una se fueran extinguiendo y al final el cielo se quedara simple y negro? 

Últimamente me estoy casi que rogando de rodillas dejar de ser tan existencialista, y dejar de hacer estos monólogos filosóficos porque la verdad me hacen la vida mucho más difícil, pero al mismo tiempo también le da el toque de ridiculez y desprecio que todo debería tener para adquirir la capacidad de ver lo insignificante que se es desde el punto de vista ególatra, solo para darse cuenta en algún momento de lo imprescindible que es su esencia. 

 


Para terminar esta entrada me gustaría proponerle al lector que de alguna manera piense constantemente en la idea de que: la vida está intensamente, activamente y persistentemente viva.



El Retiro, Antioquia.

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